Diferencia entre el calzado de seguridad con punta de composite y de acero

El calzado de seguridad con punta reforzada es obligatorio en la mayoría de entornos laborales, especialmente donde existe riesgo de impacto o caída de objetos. No cumplir con esta normativa puede derivar en sanciones económicas o incluso en el cierre temporal de la empresa, según la gravedad del incumplimiento.

Para evitar incidentes, las empresas deben dotar a sus trabajadores de zapatos de seguridad homologados que minimicen riesgos laborales. Sin embargo, a la hora de elegir el calzado adecuado surgen muchas dudas, sobre todo entre los dos tipos de puntera más comunes: punta de acero y puntera de composite.

Zapatos de seguridad con punta de acero

Son los más tradicionales y habituales en la industria. Incorporan una carcasa metálica que protege los dedos del pie contra impactos o aplastamientos. Esta puntera metálica suele estar recubierta con material acolchado en el interior y con cuero en el exterior para mayor comodidad y durabilidad.

• Ventajas: alta resistencia al impacto y bajo coste.
• Inconvenientes: son más pesados y pueden activar detectores de metales (aeropuertos, seguridad privada, etc.). Además, si no es acero inoxidable, puede deteriorarse con el tiempo.

Zapatos de seguridad con puntera de composite

El composite es un material no metálico compuesto por fibras como kevlar, carbono o fibra de vidrio, diseñado para ofrecer resistencia con menor peso. Aunque cumple con los mismos estándares de seguridad que el acero, tiene otras características destacables.

• Ventajas: más ligeros, no conducen calor ni electricidad, y no activan detectores de metales. Ideales para trabajos eléctricos o exteriores.
• Inconvenientes: suelen ser algo más caros y, aunque igual de seguros, algunos usuarios aún los perciben como “menos resistentes”.

Diferencias clave entre punta de acero y composite

Normativa: ISO 20345 y ASTM F2413

Tanto el calzado con puntera de acero como con puntera de composite debe cumplir con la norma ISO 20345, que exige una resistencia mínima a impactos de 200 joules.

En Estados Unidos, la norma ASTM F2413 establece que la rigidez dieléctrica se prueba sobre la suela, por lo que ambas punteras —metálica o no metálica— pueden cumplir con los requisitos de calzado dieléctrico.

Conclusión

Ambos tipos de calzado ofrecen una protección adecuada si cumplen la normativa. La elección dependerá del tipo de actividad, entorno de trabajo y necesidades específicas del usuario. Considera también otras características como la impermeabilidad, tipo de suela o resistencia a productos químicos a la hora de elegir tu calzado de seguridad.