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Planes de PRL: el tobillo, una de las lesiones más habituales en el trabajo

Los planes de PRL deben tener en cuenta muchos aspectos, de modo que las personas puedan trabajar de la mejor manera posible y sabiendo que los riesgos son mínimos.

Aquí hay que destacar un aspecto clave, como es la lesión que sufren los trabajadores en el tobillo, ya que se ha convertido en una dolencia muy habitual en empleos de toda clase.

PRL PARA EL TOBILLO

Doblarse el tobillo o, directamente, hacerse una fractura en esta parte del cuerpo es algo que genera mucho dolor y que puede ocurrir en cualquier momento. Esto ha llevado a que las empresas le hayan dado una vuelta a sus planes de prevención de riesgos laborales, de forma que los empleados dispongan de las máximas garantías para no sufrir molestias de ningún tipo. En relación, hay que resaltar algunos aspectos importantes.

TIPOS

Existen dos clases de lesiones en esta parte corporal, desde las torceduras hasta las fracturas. Por un lado, la torcedura, también conocida como esguince, es una lesión menos grave, en la que se produce una torsión del tobillo y una lesión en los ligamentos. En cuanto a su tratamiento, pueden llevar desde semanas hasta meses para que la sanación sea completa. Por otro lado, las fracturas son casos más graves, puesto que llevan a la rotura del hueso. Por tanto, habría que realizar una intervención para unir las partes fracturadas y el tiempo de recuperación es de varios meses.

PRECAUCIONES PARA EVITARLAS

Los mejores consejos para evitar este tipo de lesiones abarcan desde una mayor precaución hasta el uso de calzado adecuado, algo que también depende del tipo de trabajo que se desarrolle. Por ejemplo, se podría evitar el uso de tacón y utilizar, en la medida de lo posible, unos zapatos más cómodos.

¿QUÉ HAY QUE HACER SI OCURREN ESTAS LESIONES?

Estas lesiones pueden ocurrir en cualquier tipo de trabajo y no necesariamente en una actividad donde el esfuerzo físico sea más importante. Bien es cierto que se dan con mayor frecuencia en empleos de tipo físico, pero también son habituales en oficinas, por ejemplo si una persona se levanta con una mala postura y se tuerce el tobillo. Lo primero que hay que hacer es no mover el pie y esperar para comprobar cómo evoluciona el dolor. En un primer momento, se puede aplicar hielo para que la inflamación no sea tan grande, y después hay que llevar a la persona a un centro médico para que examinen su gravedad.

TIEMPOS DE RECUPERACIÓN

Esto queda determinado según la gravedad de la lesión. Así, las recuperaciones pueden suponer desde semanas hasta varios meses, con opción de incluir rehabilitación. Como se ha podido ver, las lesiones de tobillo son habituales en el entorno laboral, pero se podrían prevenir gracias a una buena anticipación con la redacción de planes de PRL.

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